En la actualidad, nos enfrentamos a un creciente número de problemas articulares. Factores como el sobrepeso, la edad avanzada y, sorprendentemente, secuelas del COVID-19, contribuyen a esta tendencia alarmante. El desgaste articular, un desafío creciente para la medicina moderna, requiere un enfoque integral para su manejo; uno que va más allá de la mera alimentación balanceada. Priorizar la prevención y el tratamiento del desgaste articular es, por tanto, más crucial que nunca.
Evolución del tratamiento de la osteoartritis
Históricamente, el tratamiento de los problemas articulares se ha centrado en el uso de sintomáticos. Estos medicamentos se han prescrito en dosis crecientes, a pesar de los riesgos conocidos, como el posible daño gástrico. Durante mucho tiempo, esta aproximación fue vista como la única vía posible.
Sin embargo, el horizonte terapéutico para los pacientes con osteoartrosis ha experimentado un cambio significativo. Luego de exhaustivas investigaciones y pruebas, ha surgido una nueva clase de fármacos: los SADOA (Sustancias de Acción Lenta para la Osteoartrosis). Estos no son remedios de acción inmediata, pero han demostrado su eficacia en reducir el dolor de manera considerable tras 2 a 3 semanas de tratamiento.
Complementos para la salud articular
Los SADOA incluyen compuestos como la condroitina y la glucosamina, sustancias naturales presentes en el cartílago que, administradas oralmente, estimulan y preservan la función del cartílago. A menudo, estas formulaciones se complementan con metilsulfonilmetano (MSM), un aditivo que potencia el efecto analgésico y promueve la síntesis de colágeno, un componente vital para la salud articular.
La Liga Internacional Contra el Reumatismo (ILAR) y la Liga Europea Contra el Reumatismo (EULAR) las reconocen como alternativas válidas, seguras y efectivas en el manejo de esta afección.